Mi Paciente especial

Había pasado toda la mañana entretenido, primero limpiando y fregando cocina y sala de estar mas tarde preparando la comida, pollo encebollado una de mis múltiples especialidades, modesto que es uno, y por ultimo trabajando en una pagina web. Así que, las horas se me pasaron volando entre unas cosas y otras. A eso de la una de la tarde decidí darme un respiro y tomarme una coca cola fría mientras veía la ruleta de la fortuna, que guapa es la azafata por cierto. Llegaron las dos y me levante a poner la mesa mientras esperaba que llegase mi pareja a comer. Con todo dispuesto me volví a sentar en el sofá mirando el reloj de vez en cuando mientras mi estomago protestaba con furia ante mi insistencia en esperar a mi pareja para comer, romántico que es uno. Por fin a eso de las dos y media pasados escuche la puerta abrirse y a ella entrar como una exalacion, cerrar la puerta con un taconazo en el pie, gritarme "Hola mi amor" e ir corriendo al baño. Comence a reírme y le grite:

- ¡Limpiate!-. Me levante y puse a calentar el pollo mientras ella salia del baño donde se cambio de ropa para estar mas comoda. Cuando salio se acerco al frigorífico saco un par de coca colas y las puso sobre la mesa.
- ¡Que bien huele!- dijo mientras me besaba.
- Tu hueles mejor - le respondí.
- Eso deben pensar, ¡No has frito patatas!- dijo protestando.
- Patatas no que engordan y tienes el culo muy gordo, pero ahora mismo te hago una ensalada.- le respondí, saque una ensalada de las que ya vienen preparadas.
- Buitre- 
- Voila, ensalada para la señorita- conteste mientras depositaba la ensalada ante ella, ella comenzó a aliñarla mientras yo servía el pollo. Abrimos las coca colas, ella se hecho la suya en un vaso y yo bebí a morro de la mía. Comenzamos a comer mientras le comentaba como me había ido la mañana.Cuando termine le pregunte a ella que tal el medico.

- Bien, me ha dicho que estoy buenisima, me ha dicho corazón y me ha guiñado un ojo- me dijo sonriendo. Yo me quede con el tenedor a mitad de camino de la boca.
- ¿Que te ha dicho que?- pregunte asombrado. Ella volvió a repetírmelo contándome que la había saludado así,llamándola corazón y guiñandole un ojo y que lo de estar buenisima lo había dicho ella, el medico solo habia dicho que los análisis estaban bien.
- Que consuelo- conteste yo a su explicación.
- ¿No te alegras de que este sana?- pregunto ella.
- De eso si, de lo otro no, por eso me has dicho que deben pensar que hueles bien, sera jeta el tío, en su curro, si quiere guiñar ojos que se ha camarero- refunfuñe yo mientras por fin terminaba de llevarme el tenedor a la boca.
- Me encanta cuando te pones celoso- se rió ella.
- Riete, pero eso de corazón y el guiño sobra, la cabeza le guiñaba yo- respondí ofuscado.
- Que bobo eres, que no pasa na-
- Claro, solo pasa si me guiñan los ojos a mi-
- Por supuesto si es a ti , les saco los ojos- termino ella riéndose aun mas fuerte y haciendome reír a mi.

Terminamos de comer, fumamos un cigarro o dos mientras terminabamos de ver el telediario y ambos nos quedamos dormidos en el sofá.


No se muy bien que hora era cuando me desperté, me estire en el sofá y gire la cabeza para mirar al sofá donde ella dormía, estaba incorporada fumando un cigarro, estire el brazo y acaricie su muslo.
-¿Que tal la siesta?- pregunte.
- No muy bien, no me encuentro muy bien.- me contesto ella. Yo la mire mientras estiraba mi mano para coger un cigarro.
- Estoy como atonta, creo que tengo fiebre, me respondió. - deje el cigarro para luego y me levante a buscar el termómetro. Como de costumbre tuve que mirar en varios botes hasta dar con el. Me acerque y se lo tendí. Ella se me quedo mirando y una sonrisa fugaz y picara paso por su cara.
- Mejor ponmelo tu- me dijo.
- Tan mala no estarás- le respondí mientras me acercaba a poner el termómetro bajo su axila. Ella aprovecho ese acercamiento para tirar de mi hacia ella, me beso introduciendo su boca en la mía.
- Mejor pones el termómetro en otro sitio- susurro cogiendo mi mano y acercandola a su entrepierna. Yo la mire, lamí sus labios e hice lo que ella me ordenaba. Deslice los calzoncillos que me solía robar para andar por casa y me encontré su sexo ante mi, estaba claro que lo había preparado ya que no llevaba bragas. Pase uno de mis dedos entre sus labios y note que ya se había mojado, luego introduje lentamente el termómetro en su interior. Ella tiro de mis brazos hacia ella y volvió a besarme.

- Dejalo ahí para que marque bien lo caliente que me pones. - soltó mientras agarraba mi cabeza y me besaba con mas ansia cada vez. Nuestras lenguas se entregaban con pasión a explorar nuestras bocas mientras yo quitaba el resto de su ropa. Por fin me soltó y pude sacar el termómetro de su vagina. Lo mire y sacudí la cabeza.

- Tienes unas décimas cariño, creo que necesitas un tratamiento especial. le dije asiendo su cintura, me tumbe en el sofá y fui acercando su coño a mi boca saque mi lengua y la metí dentro suya, disfrutando como se excitaba y como empezaba a restregarse contra mi  llenando mis labios, mi boca, mi barbilla, mis mejillas con su sabor, con su placer, con su perversión. Entre el movimiento de mi lengua sobre su sexo y el de su coño contra mi cara no tardo en correrse sobre mi, note como se contraía contra mi clavando sus uñas en mis hombros. Cuando termino la empuje hacia atrás, abrí sus piernas y me coloque entre sus piernas.

- Ahora la inyección.- le dije penetrando en su interior con fuerza y de una sola vez, así su nuca con una de mis manos mientras que con la otra cogía uno de sus pechos con fuerza, ella gimió, mi boca volvió a pegarse a la suya mientras mis caderas comenzaban a moverse, sacando y metiendo mi pene de su cuerpo caliente. Ella me aferro el cuerpo con sus piernas apretando mi cuerpo contra el suyo, volvió a clavar sus uñas en mi piel a sabiendas de que aquello me excitarían aun mas, yo embestí con mas fuerza notando como mi polla llegaba al fondo de su coño, apreté aun mas fuerte sus senos pellizcando sus pezones mientras mi cabeza subía y bajaba de sus pechos a su boca, sin poder detenerme mucho tiempo debido al profundo deseo de poseerla por completo.

Nos corrimos a la vez, entre gruñidos y gemidos, mi esperma la lleno por completo. Quedamos entrelazados con los cuerpos sudorosos y la respiracion jadeante. Estuvimos así unos minutos hasta que ella me susurro.

- Curiosa manera de administrar medicina a tu paciente.- me dijo ella.
- Porque tu eres mi paciente especial- dije besándola, luego puse mi mano en su frente. - ¿Y sabes que? creo que sigues teniendo fiebre, asi que voy a prepararte un baño señorita paciente especial.
-Muchas gracias doctor- dijo besandome, luego se quedo mirando mi culo mientras me alejaba para prepararle el baño.




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