Insoportable.

Como la melodía de una caja de música, así era ella, inquietante e inaguantable. Vale puede que para los amantes de las cajitas de música la comparación no sirva, pero para mi que las odio viene al pelo. Inquietante porque nunca sabias que podías esperar de ella, por sus ojos de rata siguiendo cada movimiento, con las orejas prestas a cualquier cotilleo. Inaguantable porque mientras prestaba atención a todo lo de su alrededor, hablaba, y hablaba mucho de hecho solo callaba cuando masticaba y no siempre. Ademas la mayoría de las veces hablaba de tonterías o cotilleo o le metía puyas a la gente y para colmo su voz era chillona como de gárgola.* Que decir si nunca la he cogido por su pelo negro del que hablaba y al que manoseaba sin parar es porque es una chica. Si su pelo que se lo lavaba con no se que, que tenia esencias de no se cuanto en una peluquería muy cara del centro. Y le encantaba poner a parir el pelo de otras mujeres, "esa tiene las puntas abiertas, "lo tiene quemado", o sino se metía con los peinados, "esa parece que haya metido los dedos en un enchufe  o "mira esa, se ha peleado con el peine". Vamos que si se quedase calva seria un bendicion. También acostumbraba a dar consejos al resto sobre cuidados, consejos que nadie en su sano juicio seguiría, conocía todas las dietas habidas y por haber, a de la alcachofa, la de la manzana , la patata, el apio, incluso de del chocolomo. Durante una temporada nos peleábamos por ir a pedir y así perderla de vista un rato, pero  debe ser que se dio cuenta de nuestra táctica porque empezó a poner pegas a todo lo que le traíamos.

- Te pedí la coca-cola sin limón.
- No, no lo hiciste.
- Claro que lo hice pero como le estas mirando las tetas a esa morena no te enteras ( esto lo decía delante de una chica que me gustaba e iba en el grupo.
- Ya claro.... ( Pensando en ahorcarla)

y como esta mil, "esta tapa no me gusta parece que la pedís aposta" ( Claro que lo hacemos)," la cerveza esta caliente", ( meados tenian que ser), "Me cambias la taza del café por un vaso", ( ¿Me cambias a esta mujer por un trozo de madera?).

Otra cosa mas es que era imposible hablar de algo importante o medio secreto estando ella a menos de cincuenta metros, si estaba mas cerca se enteraba y luego se lo contaba a todo quisqui. Vamos que es una maruja de primera aunque diga que nunca ve la tele.

Pensareis y porque la aguantáis, pues por lo normal, es la novia de un amigo y claro no le vas a hacer el feo, aunque estoy deseando que se casen ( vale no debería) y hagan vida de casados a ver si salen menos... mucho menos.


Me queda el consuelo de que se muy dentro de mi que acabara siendo mas o menos así.



*Bien pensado no tengo ni idea de que si las gárgolas hablan pero dudo que tengan una bonita voz.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has hecho reír mucho.

Por cierto, me encantaría conocerla. Puta curiosidad.

JineteNocturno dijo...

Me alegro de hacerte reir.

Ando malito :(. En cama con gastroenteritis.

lisara dijo...

jajajaja Por cierto, he hecho miles de dietas, pero la del chocolomo vas a tener que explicármela... :P