Sorpresa en la bañera

Apenas si podía oír algo que no fuera la música que atronaba el cuarto de baño. Es una costumbre muy mía, poner música alta mientras me ducho o me baño. Esta vez había decidido bañarme, tenia tiempo y me apetecía refrescarme sumergido en el agua, y eso hacia cuando un leve soplido en mi oreja me sobresalto, gire mi cabeza y la vi allí, de rodillas, vestida con un body muy sexy.
- Hola- me dijo con su voz algo ronca y me beso.
- Hola- le respondí cuando nuestras lenguas y labios se separaron.
- ¿Puedo hacer algo por ti? me pregunto, un brillo recorrió sus ojos cuando lo hizo.
- Podrías acompañarme- le sugerí yo animándola a meterse conmigo en la bañera.
-¿Eso quieres?- volvió a preguntarme. Yo asentí, ella se aparto del borde y se quito el body con un par de movimientos sugerentes. Mi boca comenzó a salivar y mi polla a ponerse dura. Ella se metió en el agua y yo me abalance sobre ella, pero ella me lo impidió empujándome de nuevo hacia atrás.
- Tu hay quiero fiera- me dijo. Se echo sobre mi y volvió a besarme, la cara, la boca, el cuello, mis orejas, muy despacio, yo alargue mis manos para aferrarme pero ella me susurro que me estuviera quieto. Le hice caso aunque me costó una barbaridad.
Ella cogió el gel y comenzó a echarlo despacio sobre mi pecho y mi estomago. Cuanto tuvo suficiente lo dejo y empezó a pasar sus manos por mi cuerpo, extendiendo el gel y creando de esta forma espuma. No dejaba de mirarme mientras lo hacia y yo notaba que cada vez que sus manos descendían se acercaba un poco mas a mi pene. Yo ansiaba que pusiera sus manos sobre el pero ella se hizo de rogar.  Ella no dejaba de mirarme fijamente a los ojos, sonriendo, una sonrisa picara, excitante, me miraba para deleitarse con mi ansia, con mi deseo, con mi anhelo.  
Por fin bajo las manos hasta mi polla, bajo la mirada para echar un vistazo a mi dura verga luego volvió a mirarme.
-Vaya, que bien esta- dijo despacio mientras una de sus manos subía y bajaba a lo largo del tronco de mi pene y su otra mano masajeaba con suavidad mis testículos. Cerré los ojos, suspire profundamente y me concentre en la maravillosa sensacion de sus dedos acariciando mi miembro. Luego note como ella recogía agua con una de sus manos y la vertía sobre mi polla para quitar los restos de espuma. Repitió la operación cuatro o cinco veces.
- No los abras- me ordeno al percatarse de que mis ojos continuaban cerrados. Yo le hice caso y me estremecí al sentir su boca sobre mi glande, aprisionandolo, llenandolo con el calor y la humedad de su lengua. Se metió mas de la mitad de mi pene en la boca y luego ascendio despacio, dejando deslizarse los labios. Volvió a hacerlo, esta vez metiéndose la polla un poco mas, yo alargue un brazo deseoso de que la introdujera entera en la boca, ansioso por apretar su cabeza contra mi cuerpo pero ella estuvo mas rápida y me lo impidio de un manotazo.
-Cabrona- susurre. Ella me respondió mordiendo ligeramente mi polla. Luego se la saco.
-Yo que tu no me diría eso cuando tengo tu polla entre mis dientes- dijo sonriendo. Yo abrí los ojos para responderle.
- Calla y cierra los ojos.- me interrumpió. Volví a cerrarlos y ella se lo introdujo entero en la boca, yo solté un largo gemido.
- Joder..-dije mientras ella subía y bajaba su cabeza, llenando toda mi polla con su saliva. Me concentre en las caricias de sus labios, de su lengua, de toda su boca dandome placer con su preciosa boca. Yo jadeaba y gemía cada vez mas, perro ella se detuvo.
-No abras lo ojos volvio a ordenarme. Note como ella se movía en el agua y cambiaba de posición.
- Abrelos y follame.- escuche que me decía, abrí los ojos y me la encontré a cuatro patas ofreciéndome su trasero, recorrí con  mis ávidos ojos las curvas de su cintura, sus nalgas, la oscura abertura que llevaba a su ano, mas abajo la sonrosada vagina. Me acerque y metí un dedo en su coño, lo note empapado.
-Metela, la quiero dentro.- urgió ella, yo cogí mi polla con una de mis manos y la aproxime a su apertura, así con fuerza con la otra mano su cadera y la metí de golpe, bien fuerte y hasta dentro, ella soltó un gemido. Le di un azote en el trasero con la mano libre antes de agarrarla también con esa mano para poder penetrarla mas fuerte. Empecé a embestirla rápida y profundamente, a cada embestida, ella soltaba un gemido. Yo disfrutaba del placer de abrirla, de escuchar sus gemidos, de la sensacion cálida de su vagina en mi pene.
-Quiero que me llenes- me pidió ella, escuchar aquello me excito aun mas, apreté mas fuerte mis manos a su cuerpo y se la metí con todas mis ganas, note que la punta de pene tocaba el fondo de su vagina.
-Llename, llename con tu leche- volvió a exigir ella jadeante, sus palabras me llevaron al orgasmo, me aferre con fuerza  a ella mientras gemía y mi esperma brotaba llenando el interior de su cuerpo.  Las oleadas de placer se fueron sucediendo hasta dejarme derrumbado sobre su espalda. Ella también jadeaba. Cuando logre recuperarme, bese su espalda y me aparte de ella , apoyando mi espalda contra la pared de la bañera. Ella se dio la vuelta, yo la así con mis manos y la atraje hacia mi, colocando su espalda contra mi pecho.

¿Te has corrido?- le pregunte, algo azorado.
Si- suspiró ¿No te has dado cuenta?- prosiguió ella. Yo dude un momento y le conteste
-No- dije poniéndome mas colorado.
-Eso es bueno, eso es que has corrido muy bien- explico ella.
- Eso es cierto- le dije yo sonriendo.
- Pues si- respondió girando su cabeza para besarme- ¿Pero sabes que?, si me quieres oír puedes correrme otra vez.- volvió a besarme.
 - Eso esta hecho- termine yo deslizando mi mano entre sus piernas.


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