A CIEGAS

- Cierra los ojos le ordené- luego la tome de la mano para llevarla al dormitorio donde me dispuse a desnudarla. Primero alce sus brazos sobre su cabeza, levante su camiseta y la saque por encima de su cabeza. Observe sus senos abrazados por un sujetador rosa decorado con encaje y lacitos, precioso. La mantuve con los brazos alzados mientras me ponía a su espalda. Su cuello se giro instintivamente Yo se lo negué girando su cabeza suavemente y obligándola a seguir quieta, tal y como yo la había colocado al llegar. Me pegue mucho a ella, note como su cuerpo se ponía en tensión mientras mis manos asían el cierre de su sujetador. Lo abrí, luego pase un dedo muy despacio desde su nuca hasta la parte baja de su espalda. De nuevo rodee su cuerpo para ponerme ante ella, baje uno de sus brazos y saque el tirante por el. Luego repetí la operación con el otro tirante dejando sus pechos libres. Deje caer la prenda de ropa al suelo y la mire unos instantes. Volví a acercarme a ella puse mi cabeza ante su boca, provocándola y empecé a descender soplando suavemente sobre su pecho y su estomago. Una vez situado sobre el botón de su pantalón lo desabroche y tire con fuerza de el hacia abajo para despues hacerla subir cada uno de sus pies y dejarla tan solo con el tanga que llevaba puesto a juego con el sujetador rosa.

- Ven - dije, la agarre por la cintura y la lleve hacia la cama. - No abras los ojos - ordene de nuevo. La acomode sobre la cama.

- ¿ Estas bien ? . le pregunte, ella asintió con un sonido. - Ahora vengo - le anuncie apartandome de la cama. Ande hasta la cómoda y abrí el cuarto cajón, donde ella guardaba parte de su ropa, busque los pañuelos con los que ella solía taparse el cuello en esos días que no son tan fríos como para llevar bufanda pero aun puede refrescar. Regrese  la cama, ate un extremo del pañuelo a la cabecera y el otro extremo a su muñeca izquierda, apretándolo suavemente pero con firmeza. Luego pase al lado derecho de la cama e hice lo mismo con su muñeca derecha.

Me quite la única ropa que llevaba, la ropa interior y me quede desnudo. Me subí a la cama y me puse sobre ella con las rodillas a cada lado de sus caderas. Me agache para acercarme a su boca, automáticamente
su respiración se acelero y note como su pecho se agitaba. Sople sobre sus labios, muy ligeramente. Los lamí levemente con la punta de mi lengua y los mordí con suavidad dejándola con ganas de un beso.

Cogí el ultimo pañuelo, lo sujete con una de mis manos dejando una sola punta colgando, y comencé a pasara por su pecho, haciendo círculos alrededor de sus pechos y pasandolo por sus pezones. Estos aumentaron de tamaño al instante con el suave contaco de la tela. Escuche como ella suspiraba. Me volví a echar sobre ella y tras ordenarle que alzase la cabeza , tape sus ojos con el pañuelo,

- Así no tendrás tentaciones - dije con una sonrisa. Volví a pegar mi boca a la de ella y ordene:

- Abre la boquita - ella obedeció, yo observe su lengua, sus dientes, sus labios, disfrutando de la belleza que encerraba. Vertí un poco de mi saliva dentro de su boca, cuando la noto ella trago rápidamente.

- No te he dicho que la tragues, sigue mis instrucciones - le dije en un tono serio.
Vale… - empezó a decir ella.
- Shhhh, no digas nada, no quiero que digas nada, solo quiero escuchar tus gemidos, ¿ De acuerdo ? - la pare yo. Ella asintió.
- Ha caído algo en el labio - comente recogiendo con mi dedo índice un poco de mi saliva que había quedado sobre su labio inferior. - Tómalo - continué, metiendo mi dedo en su boca, ella chupo mi dedo mientras yo lo movía en el interior de su boca.

- Vamos a probar otra vez - le anuncie. - Abre la boca - ella abrió de nuevo y yo volví a escupir en su interior.
- Ahora saboréala, muevela dentro de tu boca - pedí, ella cerro la boca y note como  movía mi saliva con su lengua.
- Ahora si, traga - y ella trago mientras yo miraba su cuello para ver como mi saliva descendía por su garganta. Eso me excitaba muchísimo.

Me acerque a su oreja y le susurre:

- Buena chica, te mereces un premio. - tras decir esto la bese en la boca durante unos instantes, lo justo como para dejarla con ganas de mas.


Pase mi lengua despacio por sus mejillas bajando hasta su cuello, dando ligeros besos, haciendo círculos con la punta de mi lengua sobre su piel mientras ella suspiraba de placer. Me separe un poco y la mordí de golpe, ella soltó un grito de sorpresa mezclado con excitación. Estaba muy cachondo al tenerla a mi merced, mordí su oreja y pase mi lengua por su lóbulo algo que a ella le gustaba mucho pero era casi incapaz de soportar, tenso los brazos y giro la cabeza yo la sujete por el cuello y continué lamiendo, soplando y ronroneando en su oído. Regrese a su boca de nuevo, dando lametones fuertes y rápidos sobre sus labios.

- Dame la lengua - le ordene.  Ella saco la lengua y yo la sorbí con mi boca, deleitandome con su sabor y jugosidad. Se la solté y descendí con mi boca hasta sus pechos, empecé a besar todo su contorno, despacio, sacando mi lengua un poco para rozar su suave piel. Cogí con fuerza uno de sus senos, ella gimió y me metí su pezón sonrosado en mi boca  haciendo que su boca exhalase un largo y prolongado suspiro. Mordí aquel trozo endurecido de su cuerpo mientras con mi otra mano aferraba su otro pecho. Ella resoplo y yo apreté aun mas fuerte sus tetas mientras bajaba mi cabeza hasta ponerla entre mis piernas.

- Abre las piernas - dije y sus piernas respondieron a mi petición abriéndose ante mi boca. Roce su sexo con mi boca notando la humedad que calaba su ropa interior. Lamí sus bragas impregnando mi boca con el sabor del interior de su coño. Aparte la ropa y deje al descubierto su vagina, chupe los carnosos labios de su coño e introduje mi lengua dentro suya. Su excitación aumento y note como su cuerpo se tensaba de placer. Mi lengua se concentro en su clítoris, que asomaba hinchado y rojo. Lo introduje en mi boca, roce mi lengua rápidamente sobre el y la mordí tal y como a ella le gusta que lo haga. Su espalda comenzó a arquearse mientras le sobrevenia el orgasmo, apretó las piernas cerrandolas sobre mi cabeza mientras se corría entre gemidos.

Sin dejarla descansar metí mis caderas entre sus piernas acercando mi  pene duro a su coño. Escupí sobre el y comencé a rozar mi glande contra el. A ella el encantaba y le encanta eso. Con mi otra mano pellizque sus pezones. Sus gemidos volvieron a aumentar de intensidad y en ese momento clave mi polla en ella. Con una solo penetración hundí toda mi polla en su calido coñito. Ella gimió y yo volví a sacarla y a meterla de golpe. Así una y otra vez. Cada vez que mi polla se introducía en ella, ella soltaba un grito de placer. Puse mi mano sobre su boca y cambie el ritmo, ahora me movía mas deprisa dentro de ella. Sus gemidos aumentaron aun mas y note como se volvió a correr, mordiendo la palma de mi mano.

Me quede mirando su rostro perlado de sudor y su cuerpo agitado por la excitación . Volví a colocarme sobre ella, acerque mi polla a su boca, Cuando roce mi glande con sus labios ella saco su lengua y lo lamió. Cuando lo introduje en su boca el que gimió fui yo. Me eche algo encima de ella para poder follarme su boca. Yo miraba detenidamente como mi polla entraba y salia de su boca, me excita ver como mi polla entra en su cuerpo, sea la parte que sea. Tras unos minutos de taladrar su boca, saque mi pene lleno de su saliva y comencé a masturbarme, ella solo podía percibir el movimiento de mi mano sobre mi pene. Vi como abría la boca.

- Ciérrala, ya lo probaras - ordene, ella cerro la boca y yo no pude contenerme mas. Me corrí sobre su cara, llenando sus mejillas , sus labios, el pañuelo que tapaba sus ojos y su pelo. Suspire de placer varias veces, luego estire mis manos cogí mi móvil y le hice una foto a su cara cubierta con mi leche.

- Un recuerdo - dije.
- Cabrón - respondió ella. Yo cogí parte del esperma que había caído sobre sus mejillas con mis dedos y los metí en mi boca diciéndole que se callara. Ella los limpio.
- Mas - pidió, sabiendo que verla haciendo aquello me ponía a mil. Volví a hacerlo y de nuevo los limpio, luego me acache y la bese profundamente.

Cogí unas toallitas de la mesilla y le limpie el rostro, luego la desate la cogí entre mis brazos poniéndome detrás suya, por ultimo retire el pañuelo de sus ojos. Me acerque a su oído y le susurre:

- Me encanta que seas mi esclava -
- y a mi me encanta que me domines, mi señor - respondió ella mientras yo acariciaba su brazo y besaba su nuca. 



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