El Buscador

El sol despuntaba por la mañana cuando Frank abrió los ojos, parpadeo tratando de acostumbrarse a la escasa luz, aparto las mantas de la cama y se levanto desperezándose. Se dirigió al espejo, se toco la canosa barba, observo sus manos callosas y llenas de heridas fruto del trabajo manual de los últimos años. Se puso los pantalones y la chaqueta y salio de la casa. Aun hacia frió a aquella hora, se estremeció y se dirigió al rió, se arrodillo en la orilla y comenzo a lavarse la cara, el agua fría lo despertó del todo. Avivo la hoguera del día anterior, y puso café a calentar, el penetrante olor le gano el pulso al olor característico de la zona como cada mañana. Se tomo una taza de café y una par de bizcochos como desayuno, hecho algo de leña al fuego y volvió al rió. El trabajo comenzaba, llevaba años haciéndolo, buscaba oro, había encontrado a veces pequeñas cantidades a lo largo del tiempo, podía haber abierto una tienda en alguna ciudad pero soñaba con encontrar la pepita mas grande que se hubiese encontrado hasta ese día. Cuando empezó tenia muchos compañeros, hombres solitarios y familias enteras, había luchado contra los indios que ocupaban las tierras que llenaron hombres como el durante la fiebre del oro. Algunos de sus compañeros tuvieron suerte y lograron encontrar bastante oro, otros se retiraron con pequeñas cantidades, otros murieron victimas de los indios, enfermedades o robos, y otros muchos se cansaron de buscar. Llevaba dos años solo, cribando el río todos los dias. solo vivía para eso, "El loco Frank" lo llamaban en el pueblo mas cercano donde hacia sus compras. Hundió la criba en el lecho del rió, en la zona que había elegido el dia anterior, la saco y comenzo a moverla haciendo que la arena cayese de nuevo al río. Quedaron las piedrecillas mas grandes, las reviso una a una, metodicamente, pero no había nada. Repitió una y otra vez la operación, solo paraba para encender la pipa o para beber algo de café. La misma vida durante los ultimos quince año. Saco la criba una vez mas del rio, comenzo a moverla, en seguida pudo ver algo brillar, una enorme pepita de oro se entrevía en la arena, con dedos temblorosos Frank tomo en su mano la pepita, era el doble del tamaño de la pepita mas grande que el había visto. Limpio la arena y la levanto para que el sol la hiciese brillar con toda su fuerza. Frank reía a carcajadas, "El loco Frank" pensaba " ahora verán quien es el loco ". En aquel momento Frank comienzo a sentirse mareado, apretó fuerte el oro en su mano, su vista comienza a nublarse, dio un traspiés y cayó al río, abrió la mano en la caída, la pepita volvió a caer al rió, el trato de atraparla tanteando el lecho arenoso pero no podía ver nada trato de levantarse, en aquel momento las fuerzas se vinieron abajo, la vista quedo negra para siempre, volvió a caer al rió boca a bajo, un pequeño hilo de sangre caía de su nariz mezclandose con aquella agua llena de vida, las ultimas burbujas de su aliento se fueron río abajo hasta que explotaron.



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2 comentarios:

Irene dijo...

Hola, creo que el dibujo de la avaricia no esta bien escogido porque para mi este relato no habla de un avaricioso.
Porque el podría haber estado buscando cualquier otra cosa, cualquier otro sueño y el final hubiera podido ser el mismo o no. Uno se pasa 15 años haciendo lo mismo y viviendo pobremente por avaricia o por qué es incapaz de renunciar a el sueño que se fijo una vez? A ese que tras un año, dos tres, no ves sentido abandonar, y luego claro tras 4, 5, 6... que mas da seguir un poco mas, que habría logrado si renunciaba?
Y era un loco, un valiente por seguir donde los demás se dieron por vencidos o un cobarde por no saber reconocer su fracaso?...
Gracias por los relatos.

JineteNocturno dijo...

Siendo Sincero yo tampoco quede muy satisfecho con la eleccion pero no encontre nada, por otro lado te reto a que me busques algo .

Saludos