Bang

Mira con ojos firmes a su objetivo, levanta despacio su mano derecha, la pistola se ve enorme a través de los ojos de la víctima, la pistola apunta al pecho, el asesino aprieta suavemente el gatillo, este acciona el percutor de la glock. El sonido del disparo, seco, resuena en la habitación, su eco se apagara mucho despues de que la bala, de calibre 9mm, llegue al cuerpo de la víctima, a una velocidad de unos trecientos cuarenta metros por segundo la bala cruza los 5 metros que separan uno del otro en un instante, rasga el aire con un sonido apenas perceptible. El resplandor del disparo ilumina la habitación en penumbra con tonos anaranjados. El proyectil rompe el esternón de la víctima, las costillas se astillan, se podría oír el crujido de los huesos al romperse, llega al corazón, rompe el tejido del mismo atravesando la aurícula derecha, el golpe de la bala en el torso deja a la víctima sin aire, mira con ojos muy abiertos al asesino,su rostro refleja el dolor y la sorpresa. La bala sale por la espalda, se clava en la pared, a su paso pequeñas finas gotas de sangre flotan en el aire, minúsculos trozos de piel la acompañan. La víctima cae al suelo de rodillas mirando fijamente al asesino, las fuerzas le fallan, el aire le falta, cae boca abajo mientras la sangre y la vida se le escapan, el liquido rojo viscoso mancha el suelo. El asesino mira a la víctima un par de segundos mientras enfunda el arma, se agacha a recoger el casquillo que se guarda en el bolsillo del vaquero, sus pasos se alejan de su víctima, son firmes y resuenan en todo el piso, enciende un cigarro mientras baja las escaleras