Nunca

Nunca debí haber entregado mis sueños a sus cálidas manos. Nunca debí permitir que mi alegría dependieran de su risa y mis tristeza de su ausencia.
Nunca jamas hube de haber permitido que se colora hasta lo mas profundo de mis miedos y secretos.
Nunca, nunca debí mecerme en su pecho

Ahora ya no esta, y nunca jamas me había sentido tan vacío. Mi sonrisa es una mera mueca, mis miedos han aflorado hasta enredarme en su telaraña y mis sueños son oscuros, llenos de rabia.

Nunca debería volver a caer , aunque se que lo haré y es que no hay lugar más confortable que el pecho de otro ser humano para un niño atormentado.

Sangre y Papel

Sangre densa, plena de rabia, sangre viscosa, colmada de frustración . Sangre de un rojo brillante como el del fondo de sus ojos. Ojos impertérritos ante un papel en blanco, otrora un lugar donde se contaban historias felices, ahora , vacío.

Y ya solo queda contemplar como según pasa la noche el blanco se convierte en rojo, en sus ojos, en el papel, en su alma...

¿Juegas?

- ¿Juegas?
- ¿A que?
- A enamorarnos, a sonreír juntos, a llorar juntos, a caminar juntos, a vivir juntos en definitiva
- Suena muy bonito.
- Entonces, ¿Juegas?
- Lo siento, me da miedo vivir.

Culpables

Arruinado, no tuvo el valor de volarse la cabeza. Por ello comenzó a buscar culpables, y cuando uno busca culpables los encuentra en cualquier sitio y a todas horas.
La cuenta seguía y ya solo necesitaba dinero para balas.

En la niebla

Se me agotan las ganas que casi nunca tuve y me sobra el tiempo. Perdido, busco desaparecer, entre una densa niebla con sabor a sal.

Microcuentos 2

Tenía ganas de pasar menos días y vivir más momentos

Paula caminaba bajo la lluvia, sin camino, sin motivo, sin sonrisa.
Fueron siete días sumergido en tus entrañas, en apnea y sin red.

Vampiro

Soy como un vampiro, solo un sabor sacia mi paladar. Tan solo anhelo el sabor de tus labios de seda, notar la textura de tu carne envuelta en sabanas de plata y fundir mi alma con la tuya, cada noche, cada luna. cada reencarnación.

Peleado con el tiempo

Maldito tiempo que te hizo crecer. Maldito el tiempo que me hizo menguar. Maldita tu altura y malditas mis canas.
 No quiero relojes, ni días, ni horas, ni cumpleaños que me recuerden que ya no eres la niña que dormía en mis brazos.

Sin trampa

Miro el queso de la trampa fijamente. Harto de dar vueltas en aquella estúpida noria.

Cansado de que solo lo buscaran cuando estaban aburridos, Hastiado de aquellos barrotes amarillos.

Oyó la voz que lo llamaba y mordió el queso.

Microcuentos 1

Aleteos
Se acabaron las mariposas pero tu seguías aleteando con fuerza.
Odio
Odio todo lo que fui porque ya no soy.
Palabras
Ninguna palabra nos unió y cientos nos separaron.