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De bálsamos y marcas

Me sorprendió mucho aquella vez que me preguntaste porque después de acostarnos no me duchaba.
- ¿Qué motivo tengo para lavarme?- te conteste yo. Tu dudaste un segundo.
- Huelo a ti, a tu saliva, al perfume de tu sexo, a tu colonia y no quiero oler a otra cosa- te conteste.

Me encantaba oler a ti y sentirme marcado por ti, todas las marcas llevaban a la primera, tu primer beso y tu primera mirada.

Durante todo este tiempo me has hecho muchas marcas, que he lucido con orgullo, que me han hecho sentirme bien.

También me has dejado cicatrices, algo normal cuando dos personas se quieren con pasión. Así es mi forma de entender la vida, necesito pasión y no siempre la tengo.
Hace tiempo, en un juego nos hicieron ir quitando palabras y yo deje pasión, sin pasión la vida es aburrida, inocua, vacía. Contigo nunca lo fue.

Ahora puedo mirar mi cuerpo y ver las quemaduras, los arañazos, los moratones que me has dejado. Duelen mas que nunca, espero que algún día cada herida se haya curado como me curaste con aquel primer beso.

Un beso balsámico, puro, lleno de amor y de verdad como toda tu.

Marcado con pasión

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