De Boda
Me mire al espejo mientras me afeitaba, di una larga calada al
cigarro que tenia apoyado en el lavabo y solté el humo despacio.Proseguí
rasurandome mientras trataba de mentalizarme. Me esperaba un día de
esos que no me gustan, una boda, un compromiso social ineludible en el
que uno tiene que ir perfectamente vestido, comportarse con toda la
educaciónn que
la ingesta la progresiva ingesta de alcohol le permita, de saludos y
sonrisas falsas. Bueno ya se que esto que escribo me hace parecer un
tanto asocial, y puede que lo sea, pero yo concibo las celebraciones y
las fiestas como algo mas pequeño, poquita gente, en un sitio tranquilo y
sobre todo cuando a mi me apetezca y jamas, jamas un día de agosto a
las seis de la tarde con sus buenos cuarenta grados que me hacían sudar
mientras pasaba la cuchilla por mi cara. Retire los restos de espuma de
mi rostro y me metí en la ducha.
Cuando salí de la ducha continué
arreglandome
para la dichosa ceremonia, ponerme el traje me llevo poco tiempo, mas o
menos la mitad de lo que me llevo ponerme la corbata. Me peine y me
eche algo de colonia. Ya se sabe en estas citas no hay que dejar nada al
azar. Una vez finalizado, me mire en el espejo, me di un notable a mi
mismo, modesto que es uno, mientras que terminaba de arreglar la
corbata color plata, el resto del traje era negro, "parezco uno de
seguridad"pensé. Baje la
vista hacia los zapatos, observe una pequeña mancha, fui a por un trapo,
la quite y por fin pude coger la cartera, el tabaco y el resto de cosas
que suelo llevar, vaya donde vaya. Por ultimo metí un pañuelo en el
bolsillo que se agregaba con el que decoraba el bolsillo de mi chaqueta,
con el calor que hacia me harían falta los dos.
Me
puse las gafas antes de abrir la puerta de la calle de mi bloque de
edificios. Cuando el sol cayó sobre mi cuerpo estuve tentado, muy
tentado a darme la vuelta. El calor era sofocante. Dos niñas de unos
trece años que vivían un par de pisos por debajo mía se me quedaron
mirando. No estaban acostumbradas a verte de esa guisa, al fin una de
ellas me saludó, saludo que yo le devolví. Eche a andar hasta donde
había quedado con ella mientras sacaba un cigarro del paquete y lo
encendía. Fume durante todo el camino, unos diez minutos de andar no muy
deprisa ya habían provocado que sudase a chorros. Me detuve a la sombra
de un árbol cerca de la fuente donde habíamos quedado y me seque el
sudor con la mirada fija en la dirección por donde sabia que ella
vendría.
Unos
cinco minutos mas tarde observe su silueta aparecer a lo lejos, mis
ojos se clavaron en ella, y la intensidad de mi mirada aumentaba
conforme ella se acercaba. Iba vestida con un vestido largo, color verde
oscuro con reflejos con zapatos y bolso a juego y el pelo recogido en
un precioso moño. Estaba espectacular y mis ojos debían brillar como los
de un niño pequeño el día de reyes cuando ella se detuvo a mi lado.
- Vaya forma de mirarme - me dijo antes de darme tiempo a acercarme.
- Estas espectacular - respondí mientras acercaba mis labios a los suyos.
- Tu también- añadió ella, pasando un dedo por mis labios, manchados ligeramente de carmín.
Comenzamos
a andar hasta la iglesia donde se celebraría el enlace, charlando de
cosas intrascendentes, yo la miraba de vez en cuando, admirando su
belleza.
- ¿Que miras tanto? - me pregunto.
- A ti, es que estas... joder, impresionante. - respondí, ella se sonrojo ligeramente.
- No es para tanto- comento, siempre modesta.
-
Ya lo creo que lo es, llevo a la mujer mas guapa a la boda, de eso
estoy seguro - al decir esto cogí su mano. Todos los que nos cruzábamos,
sobre todo ellos nos miraban. No me puse celoso de las miradas que
recibía, sino que me sentí orgulloso de llevarla a ella de la mano.
La ceremonia transcurrió con los típicas anécdotas que
no faltan en toda boda. El niño que no para de berrear, el par de
señoras que no paran de contarse cotilleos y pasan completamente de la
ceremonia, el niño de los anillos que no te quiere claro a donde ir y
mucho menos a quien darselos, y por supuesto el novio que se atranca al
leer los votos. Por fortuna, la ceremonia fue corta y en poco tiempo
estábamos tirando arroz sobre los novios, algunos con mas mala leche que
otros, no diré a que grupo pertenezco yo.
Ambos nos acercamos a los novios para felicitarlos y nos tomamos unas
fotos con ellos. Tras ello unos autobuses nos esperaban para llevarnos
al convite.
Por el camino, charlamos con otras de las amigas de la novia, como
mi chica, y con las parejas de las que no estaban solteras. El sitio
donde cenariamos estaba a unos tres cuartos de hora, en mitad del campo y
era realmente bonito, arboles alto, césped, una piscina donde seguro
que mas de uno terminaría la noche, en definitiva un sitio como he
dicho, realmente bonito incluso para alguien tan exigente como yo,
habría que felicitar a los novios por la elección.
Cuando
llegamos, nos hicieron pasar a un jardín donde camareros ofrecían
diversas bebidas y canapes. Tome una coca cola para mi y una copa de
vino para ella y nos dispusimos a charlar con el grupo de los amigos de
la novia, conversando un poco de todo, fútbol, musica y por supuesto de
lo guapos que estaban los novios. Mi chica recibió también varias
alabanzas e incluso una de sus amigas me dijo que yo tenia mucha suerte,
" No lo sabes tu bien", pensé yo. El coctel de bienvenida paso
rápidamente y pronto los camareros nos hicieron pasar a otro jardín
donde estaban dispuestas para la cena, en aquel momento yo ya me notaba
bastante lleno. Buscamos nuestra mesa y nos sentamos, ella se sentó en
frente mía. Los platos fueron pasando y el vino fue corriendo, yo
también tome un par de copas, cuando llego la carne, plato que no suele
gustarle a mi chica, empecé a notar su pie, liberado de su zapato
rozando mi pierna. Ella jugaba subiendo la pierna hasta casi mi
entrepierna, yo la miraba pero ella apartaba la vista cuando lo hacia.
No tardo en pasar de rozarme la pierna a subir directamente a tocar con
su pie mi bragueta. Yo note que me ponía algo colorado, pero me excito y
mi pene empezó a crecer bajo mi pantalón, ella también lo noto y fue la
única vez que me miro directamente a los ojos y vi brillar una ligera
sonrisa en su boca durante solo un instante. Yo seguía notando mi polla,
aprisionada, deseando liberarse, no pude concentrarme en comer y aparte
el plato.
En ese instante ella se levanto con el móvil y anuncio a
la mesa que tenia que llamar. Yo la mire, me pareció extraño que tuviera
que llamar a alguien pero ella se alejo de la mesa en dirección a una
zona apartada. No había pasado un minuto cuando note mi móvil vibrar,
mire mi wassap, un mensaje
suyo, "Baño de chicas", Dude un instante pensando si se notaria mi
erección pero me levante y me encamine a los baños, busque el de chicas y
me adentre en el.
Entre y no la vi, me acerque a una esquina que el baño hacia, donde estaban los lavamanos y la vi fumando apoyada en ellos.
- Vaya, has venido - me pregunto.
-
Por supuesto - dije acercandome, ella puso el cigarro en mi boca y le
di una calada, cuando solté el humo ella me beso la boca metiendo su
lengua dentro hasta el fondo, yo respondí moviendo la mía. La pasión se
apodero de mi y la subí en la repisa de los lavabos mientras la besaba y
mis manos aferraban su cintura. Mi boca busco su cuello, lo mordí, lo
bese y lo lamí, ella gimió aferrando mi cabeza. Volví a besarla y luego
tire de ella para ponerla en pie, yo me agache, levante su vestido en
busca de su ropa interior,di un par de tirones y se las baje hasta media
pierna, luego la puse de nuevo sobre los lavabos. Aparte ligeramente el
vestido, baje su tanga hasta los tobillos y metí mi cabeza en busca de
su coño. Adicto al delicioso sabor del interior de su vagina, húmeda,
caliente, adicto a su excitante olor, adicto a los gemidos que producen
el contacto de mi lengua con su coño, se lo bese, lamí, mordí, lo sorbí
para meterlo en mi boca mientras ella agarraba con fuerza mi cabeza y
apretaba mi cabeza contra su sexo. Sus gemidos se hicieron cada vez mas
largos y sonoros. Cuando estaba apunto de correrse yo pare, saque la
cabeza de entre sus piernas y puse mis ojos en los suyos.
- Yo
también se jugar - le dije jadeante, cogí su cintura y la baje, y
cogiendo su mano la dirigí a uno de los retretes, ella tropezó con el
tanga así que se detuvo para quitárselo. Una vez dentro del retrete,
corrí el pestillo y volví a besarla con fuerza, luego le di la vuelta y
le subí el vestido dejando a la luz su trasero, me agache para morderlo
mientras me desabrochaba el cinturón y sacaba mi polla de su momentánea
prisión. Ella puso las manos contra la pared y saco su trasero, yo
restregué mi polla contra sus nalgas para luego introducirla en su coño
del golpe. Pase una mano por su cintura y con la otra la cogí de cuello
comenzando a moverme en su interior, ella jadeo cuando sintió el calor y
la dureza de mi sexo en su seno. Seguí penetrándola con fuerza cuando
de pronto sentí que alguien entraba en el baño. Eran dos ya que no creo
que la que escuche hablar lo hiciera sola, aunque nunca se sabe. Yo subí
la mano que tenia en su cuello y le tape la boca y seguí moviéndome
algo mas despacio.
- ¿ Te gusta ? - le pregunte, excitado por la
situación, ella asintió girando levemente para mirarme, note en sus ojos
brillantes que ella también estaba muy excitada. Mientras seguía
entrando y saliendo lentamente de su cuerpo, subí la mano con la que
sujetaba su cintura hasta sus pechos y los apreté alternativamente. Sus
jadeos contra amortiguados por mi boca, cada vez que los apretaba me
excitaron aun mas. Por fin se fueron nuestras invitadas y aparte la mano
de su boca. Para agarrar su cintura con fuerza y poder meter mi polla
mas fuerte en su coño. Note como el orgasmo me venia, mis gemidos
alimentaron los suyos y ambos nos corrimos sin importarnos ya si alguien
nos oía o no. Ella permaneció apoyada en la pared un rato mas mientras
recuperaba el resuello y yo a mi vez me apoyaba sobre ella. Tras esos
instantes ella se aparto de mi dejando salir mi pene del interior de su
cuerpo, se giro y me beso.
- Anda sal, tengo que ponerme esto y retocarme el maquillaje - me dijo ella empujandome contra la puerta.
-
No te lo pongas, en casa seguimos.- le respondí. Ella me miro sonriente
meneando la cabeza, yo abrí el pestillo, me asome y salí, ella fue a
cerrar la puerta pero yo puse al brazo, ella se asomo a su vez.
- ¡ Que quieres !- dijo ella, algo nerviosa ahora que su excitación se había calmado algo.
-
Cielo, creo que me van a acabar gustando la bodas, solo eso - solté
dandome la vuelta y caminando hacia la salida del baño. Allí no tuve
tanta suerte y me encontré a la hermana de la novia que venia hacia el
baño de chicas junto con otra chica cuyo nombre desconocía y desconozco.
Ellas me miraron con asombro al verme salir del baño de chicas.
-
Mi niña que dice que algo no le ha sentado bien - improvise, pero vi la
duda en sus ojos y aunque avise a mi nena de mi excusa, durante toda la
noche pudimos percibir que la gente nos miraba pero la verdad no nos
importo lo mas mínimo. Sino te gusta algo, al menos hay que intentar
pasárselo lo mejor posible.
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