Conversaciones de barra

El camarero puso otros dos vasos ante ellos y retiro los dos vasos vacíos, el mas alto de los dos lo miro con unos instantes y asintió levemente.
- Que asco le tengo- le dijo al mas bajo.
- Es lo único que hay abierto a estas horas que no esta lleno de mala gente- le respondió el mas bajo, subiéndose las gafas antes de levantar el vaso para dar un trago.
- Como si tu fueras bueno- dijo con sorna el alto.
- Cierto, no lo soy pero que yo no lo sea no significa que me guste mezclarme con otros como yo, me  basto conmigo mismo- contesto mirando a su amigo con una sonrisa.

Ambos se concentraron en sus bebidas unos instantes contemplando al resto de clientes del bar, una pareja algo deteriorada discutía en el fondo, tres hombres de mediana edad reían con esa fuerza excesiva que indica falsedad, el cuadro era completado por un par de lobos solitarios que rumiaban su desgracia ante sendos cubatas.

- Y ademas se puede fumar, que es algo muy a tener en cuenta.- dijo el mas bajo sacando una cajetilla de fortuna, ofreciendo a su colega. Ambos encendieron sus cigarros y contribuyeron a velar el local con el humo que exhalaban sus pulmones.
-Bueno, ¿lo de tu chica que?- pregunto el bajito tras dar una larga calada.
-Se acabo- respondió lacónicamente el mas alto.
- ¿Jodido?- volvió a preguntar
- Que preguntas, de que sino iba a estar yo a las tres de la mañana con alguien como tu- respondió el mas alto, hizo una pausa y continuo- Si tío jodido, a veces la mataría y otras quiero llamarla,
- Si es que te van los líos tío.-
- Tienes razón, pero es lo que me va, me va la marcha, tengo que admitirlo.- dijo el otro mirando al techo y lanzando una bocanada de humo.- Ademas solo me aguantaba ella.
- Tengo que admitir que eres raro de cojones y que solo te aguanto porque eres el único que aguanta hasta estas horas conmigo ya se viernes o lunes.
- ¿Ves como no eres bueno?-
- Ya te dije que no, pero tu tampoco.-
-.No, yo tampoco lo soy- asintió.
-Tal para cual-
- Sin duda.-
- Si quieres podemos follar- bromeo soltando una carcajada.
- No me hables de follar, que la veo cada vez que veo una tía semidesnuda y cuando digo semidesnuda me refiero a verle un brazo.. dijo negando con la cabeza.
- Lo tuyo es grave-
- Como lo tuyo con el ron.-
- Pero el ron me hace menos daño-
- Porque el ron nunca te hizo feliz-
- Touche, cabrón,- tu ganas esta.
- Salud- dijo levantando la copa
-Salud- le respondió imitando su gesto.

Chocaron las copas y dieron un largo trago, ambos se quedaron contemplando las copas .

- ¿Lo de follar era en serio?- pregunto el mas alto
-Pues claro- respondió el otro muy seriamente.
- Creo que es hora de largarme- jodido pervertido.
- Tu te lo pierdes-
- Viviré con ello- dijo el alto mientras se levantaba, lanzo sobre la barra un billete de 20 euros que saco de su bolsillo y se dirigió tambaleante hacia la salida.

Remezcla absurda.

He desertado de mi mismo, buscando el polo norte,
quiero acariciar el frió y derruir la pasión, reducir los latidos de mi corazón, al mínimo.
Quiero que no vean nada y todo les desconcierte,
quiero ser una sombra, sin rumbo conocido, quiero pertenecer al club del olvido
Y ¡joder! ya caí en el error tantas veces repetido, no quiero querer, porque no se querer sin que sea dañino. Y no quiero soñar, ni escribir esta mierda pero lo hago aun a sabiendas de que es tiempo perdido.
Voy a tomarme cien copas para perder el sentido, tener charlas confusas con perdedores perdidos. Y voy a aprender de ellos, nada, porque nada aprendemos cuando no somos fríos, y yo soy frió y distante cuando no quiero serlo y cuando quiero no se, por eso escribo mezclando estilos, por eso soy absurdo, por eso esto se llama como se llama y de lo que trata...es de sueños, anhelos que debes dejar atrás y que te dejan jodido y los expreso como se, creo que con pasión la que siempre tuve, demasiada, quizás no por todo, quizás no siempre pero ahí estaba. Os dejo, sale mi avión al polo norte y no llevo abrigo...

Locura no tan transitoria.

Un velo rojo sangre intercalado con flashes cubría su mirada, no podía ver lo que hacia, solo sentía el sonido de los puños contra aquella piel desconocida. El ruido sordo de los nudillos al impactar una y otra vez contra aquel cuerpo casi inerte, se entremezclaba con el débil lamento que este era capaz de proferir. Aun así siguió golpeándolo hasta que se quedo sin aire en los pulmones y sin fuerza en los brazos, apenas sentía sus propias manos entumecidas. Logro levantarse y miro a su alrededor, decenas de personas lo miraban, cuando clavo su vista en ellas retrocedieron asustados, luego miro el cuerpo tendido en el suelo, el rostro desconocido y deformado por los golpes comenzó a tomar forma, poco a poco iban surgiendo los rasgos, perfilando unos rasgos demasiado conocidos. La sangre desapareció también lentamente hasta dejar ver dos ojos febriles y una mueca sonriente. El hombre tendido se levanto trabajosamente y se puso ante su agresor. Cara a cara, los dos se miraron, semejantes como dos gotas de agua. El agredido se sacudió la chaqueta y se acerco al oído del otro, espero unos instantes y le susurro.
-Todo lo que odias, eres tu.
Dicho esto se alejo lentamente encendiendo un cigarro, el otro lo miro alejarse, apretando los puños con rabia, se acerco a la persona que estaba mas cerca, sin mirarlo le dio un puñetazo.

Derivando...

Éxtasis, inmersiones de un cuerpo en el otro, piel con piel.
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Capitanes de navío, surcaban olas que lo arrasaban todo a su paso, !que valientes eran en medio del mar agitado!. ¡Que patéticos  ahora en el bar el puerto, mirando con ojos acuosos, los restos de su velero, descubiertos por la bajada de la marea. Maldicen al farero que se ensoñó y termino con vida y sueños ajenos. Que suba la marea reclaman silenciosos, que tape su desdicha.
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Ya lo decía la canción del Jefe, ¿Es un sueño que no se cumple una mentira o es quizás algo peor?. Y cada noche se hará esa pregunta, maldecirá aquellos sueños, maldecirá que no se cumplan, maldecirá haberlos tenido, maldecirá seguir teniéndolos, cada noche hasta que su rostro cambie por miles de otros rostros, hasta que su voz se diluya en miles de otras voces, hasta que la persona que era verdad sea sustituida por personas de mentira, fruto de la mezcla de rabia, odio, llanto y fantasía, al menos le quedo la fantasía para olvidarte.
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