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Reincidiendo.

Resulta curioso que lo a que a priori sean virtudes acaben resultando defectos.

No se si el no decir las cosas es bueno o malo, supongo que dependerá del prisma desde el que se mire.

Es mejor aceptar que en muchos casos lo que hagas da igual.

La esperanza es un arma de doble filo, un arma necesaria.

A veces soy negro y otras blanco, probare a ser impresora.


Discurría entre grandes arboles que se adentraban hasta el mismo lecho del rió. En aquel punto el pequeño rió
bajaba despacio, su agua fría  y cristalina agua dejaba ver el fondo pedregoso, En ese mismo lugar un viejo puente de madera servia para atravesarlo. En el medio de aquel puente un hombre permanecia quieto, miraba fijamente hacia abajo, hacia el agua, trababa de ver su rostro reflejado en el agua, pero el agua no le devolvía nada. Tampoco hubiese importado que esta lo hubiese hecho, no habría sido capaz de verse, estaba ciego, estaba seco.

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ReWriting

- Uno puede buscar  excusas, normalmente es una perdida de tiempo.

- El Primer impulso suele ser el acertado, el resto son excusas de mierda.

- La historia se repite una y otra vez, es ciclica, cambian los protagonistas la base es la misma.

- A veces la vida es como pasar un video alante y atras a camara rapida.

- Yo mido la importancia de las cosas, nadie mas.






- Caracterizado como un monigote, solo en la meseta del silencio, acariciando el bolsillo lleno de aliento. Toma dos bocados esta vez y huye, huye a algun lugar con ruido, con risas. Falsea las circunstancias, apaga la radio donde suena aquella triste cancion, aprovecha, rapido como un beso robado. Saborea el dulce sabor de la miel y cuando den las doce, vuelve como cenicienta, vuelve a tu meseta.

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¿Recuerdas?



Yo si.

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Insoportable.

Como la melodía de una caja de música, así era ella, inquietante e inaguantable. Vale puede que para los amantes de las cajitas de música la comparación no sirva, pero para mi que las odio viene al pelo. Inquietante porque nunca sabias que podías esperar de ella, por sus ojos de rata siguiendo cada movimiento, con las orejas prestas a cualquier cotilleo. Inaguantable porque mientras prestaba atención a todo lo de su alrededor, hablaba, y hablaba mucho de hecho solo callaba cuando masticaba y no siempre. Ademas la mayoría de las veces hablaba de tonterías o cotilleo o le metía puyas a la gente y para colmo su voz era chillona como de gárgola.* Que decir si nunca la he cogido por su pelo negro del que hablaba y al que manoseaba sin parar es porque es una chica. Si su pelo que se lo lavaba con no se que, que tenia esencias de no se cuanto en una peluquería muy cara del centro. Y le encantaba poner a parir el pelo de otras mujeres, "esa tiene las puntas abiertas, "lo tiene quemado", o sino se metía con los peinados, "esa parece que haya metido los dedos en un enchufe  o "mira esa, se ha peleado con el peine". Vamos que si se quedase calva seria un bendicion. También acostumbraba a dar consejos al resto sobre cuidados, consejos que nadie en su sano juicio seguiría, conocía todas las dietas habidas y por haber, a de la alcachofa, la de la manzana , la patata, el apio, incluso de del chocolomo. Durante una temporada nos peleábamos por ir a pedir y así perderla de vista un rato, pero  debe ser que se dio cuenta de nuestra táctica porque empezó a poner pegas a todo lo que le traíamos.

- Te pedí la coca-cola sin limón.
- No, no lo hiciste.
- Claro que lo hice pero como le estas mirando las tetas a esa morena no te enteras ( esto lo decía delante de una chica que me gustaba e iba en el grupo.
- Ya claro.... ( Pensando en ahorcarla)

y como esta mil, "esta tapa no me gusta parece que la pedís aposta" ( Claro que lo hacemos)," la cerveza esta caliente", ( meados tenian que ser), "Me cambias la taza del café por un vaso", ( ¿Me cambias a esta mujer por un trozo de madera?).

Otra cosa mas es que era imposible hablar de algo importante o medio secreto estando ella a menos de cincuenta metros, si estaba mas cerca se enteraba y luego se lo contaba a todo quisqui. Vamos que es una maruja de primera aunque diga que nunca ve la tele.

Pensareis y porque la aguantáis, pues por lo normal, es la novia de un amigo y claro no le vas a hacer el feo, aunque estoy deseando que se casen ( vale no debería) y hagan vida de casados a ver si salen menos... mucho menos.


Me queda el consuelo de que se muy dentro de mi que acabara siendo mas o menos así.



*Bien pensado no tengo ni idea de que si las gárgolas hablan pero dudo que tengan una bonita voz.

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La niña de mis sonrisas

¿Que porque me fascinaba aquella niña? . Que puedo decirles, hay bastantes motivos, no se para mi tenia un aura especial, era diferente al resto de niños que me cruzaba en el parque cada tarde mientras paseaba al perro.
Si bien te la podías encontrar jugando con otros niños, había ocasiones en que te la podías encontrar jugando sola, correteando por todo el parque, tocándolo todo, mirándolo todo con aquellos enormes ojos oscuros bien abiertos, heredados de su madre que la vigilaba desde uno de los bancos. Su risa lo llenaba todo cuando se dedicaba a perseguir a alguna paloma o algo le hacia especial gracia. Recuerdo que un día se me acerco para saludar a mi perro estuvo sonriendo todo el rato, estuvo un rato con el jugando. Luego se me acerco y me dijo con su voz cantarina.
-¿A que es bonito mi vestido?-
- A ver deja que te mire - la mire arriba abajo, contemplando su vestido azul mientras ella trataba de posar, aquello me hizo reír.
-¿De que se ríe?-
-Oh nada, estas muy guapa y tu vestido es muy bonito- dije por fin.
-Gracias, ahora tengo que marcharme, gracias por dejarme jugar con su perro-
Se alejo corriendo en busca de su madre y yo me quede mirando como se alejaba. Cuando me fui aun seguía sonriendo.

De hecho siempre que la veo sonrió, es imposible no hacerlo mirándola o con sus divertidas ocurrencias. Pasados varios meses desde aquel primer encuentro, se me acerco, saludo al perro y me soltó.
-Mire me he puesto el vestido que le gusta- no pude dejar de reírme mientras ella ponía morritos sin entender nada.

Como esta podría contar muchas y debo confesar que si para mi es especial, es porque cuando he tenido un mal día y necesito sonreír se que ella siempre estará allí para sacármela.

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Cortos Nocturnos

Estaba escrito en la luna, marcado a fuego, no, no estaba sola. No, no estaba sola aunque así se sentía, un inmenso vació, un eterno pozo negro donde caía y caía . No, no estaba sola pero no veía las manos tendidas a su alrededor. No importa allí siguen, no, no se irán, la quieren, quieran sacarla de allí. Para cuando abra los ojos y mire la luna, pueda verlas y aferrarse a ellas para salir...para siempre.


Un cubito de hielo, congelado y frió, solo y anodino en un vaso de cristal, deseando poder mezclarse con algún ardiente licor, notar el cálido liquido caer sobre su figura, escuchar como cruje todo su ser, sentir como comienza a derretirse como dos amantes en un caluroso beso, fundirse a el, convertirse en uno solo....


Entro y miro la estancia, al momento se relajo, en aquel lugar siempre se sentía a salvo, seguro de cualquier mal, entre aquellas paredes de madera ya vieja. Aquella cabaña que casi nadie conocía, construida entre imponentes arboles. Apenas los muebles y utensilios necesarios podía encontrarse en ella, una cama, una estantería donde se apilaban docenas de objetos diferentes como en un bazar. Un baúl viejo lleno de ropa igualmente vieja, utensilios de cocina y limpieza y dominando la habitación una gran chimenea cuyo fuego emitía sobras y luces... sombrías luces.


Podría decirse que se ponía cachondo solo con su olor, su aroma, su delicada fragancia ponia en marcha todo su mecanismo sexual. La visión de su figura hacia que su mente comenzase a elucubrar los placeres venideros, el sabor de su boca, el tacto de sus pechos, la mágica curvatura de su culo, el calor y la humedad de su sexo. Las fantasías se mezclaban a velocidad de vertido en su cabeza, mientras ella se acercaba lentamente, alzada en sus tacones. Acerco los labios a su oído y susurro algo a la vez que su mano se deslizaba por la entrepierna de el. El suspiró y tomo la mano que ella le ofrecía, dejando en la barra una copa a medias. Luego ascendieron juntos las escaleras...


Y no son lobos, pero aullan igualmente a su diosa. Porque asi la ven ellos....


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Un tipo Cualquiera.

No se si esto es una historia o que es. Creo que trato de contar una historia pero no logro elaborarla, me centro en detalles y no logro darle forma. Es una historia que no tiene demasiada importancia, quizás si para mi, pero no estoy seguro de que la tenga para ustedes. Podría empezar presentando a su protagonista, ya saben lo típico, su pelo, sus rasgos, si forma de vestir pero eso no es importante, solo diré que es un hombre. Podría daros detalles de su carácter pero estos se verán conforme pase la historia Al fin y al cabo son sus vivencias las que han ido forjando su forma de ser. No entiendo porque me cuesta tanto comenzar a escribir esta historia, es algo frustrante.

Cuando era joven nuestro protagonista era un tío soñador, con mucha imaginación, bastante gracioso, leal con su gente, enamoradizo. La vida fue cambiando este tipo de cosas. Aprendió a que ir de cara tiene su precio, un precio caro por cierto. Aprendió que no te suelen pagar la lealtad al mismo precio que tu le das. Aprendió la cara amarga de enamorarse. Aprendió muchas cosas, no todas malas pero ya se sabe el ser humano suele quedarse con lo malo antes que con lo bueno y sin duda lo marca mas. Comprendió que no siempre se puede reír, muchas veces nos toca llorar, muchas mas de las que deseamos.

Y cambio, conoció la rabia, el miedo, la frustración y el odio, se dejo llevar por ellos a veces, otras peleo contra ellos, unas veces gano otras veces perdió. Se fue creando una capa en el pecho para que las cosas no le afectaran, busco un yelmo con el que cubrirse la cabeza de las ostias de la vida y de la gente. Le dio a su humor un toque negro, puso una vaya entre el y la gente y comenzó a medir las cosas que hacia y decia.

Pero nada de esto sirvió de nada, siempre llega alguien que logra entrar, que dejas entrar, ademas poco a poco aprendió que no se puede estar siempre detrás de una mascara, que no se vive mejor así. Le cuesta deshacerse de ella, pero poco a poco lo intenta.

Podría decirse que ahora es ratos una persona y a ratos otra, no es del todo cierto ya que es la misma y no es bipolar, pero digamos que trata de saber juzgar a la gente. No siempre puede, a veces cae en su mascara, su escudo su armadura y le cuesta salir pero lo intenta.

Sabe que se pasa mal cuando se echa de menos y sabe que se pasa mal cuando te echan de menos, sabe mas y trata de ser mejor aunque de vez en cuando siempre cae un palo imprevisto.

En fin como veis hablo mucho de mi personaje pero no logro meterlo en una historia, asi que creo que esto es todo lo que sabréis de el.

Gracias por leer esta "historia".






A mi bulto sospechoso....